“Las empresas distribuidoras apenas tienen margen o incluso asumen pérdidas con la venta de productos frescos a través de la web”, asegura María Pueyes, doctora en Ciencias Económicas de la Universidad Complutense. Esta es la misma conclusión a la que llegaron los principales representantes de las empresas logísticas en un encuentro en Europa hace unos meses y lo confirma Franc Carreras, experto en e-commerce y profesor de Marketing digital en Esade, quien dice: “La única forma de vender con éxito es entregar los frescos en perfecto estado de conservación y de estética y eso es muy costoso”, asegura.
Por ejemplo, en España, mientras que el consumo online de moda, zapatos o incluso muebles consigue cuotas de mercado de dos dígitos, la alimentación online apenas supone el 2% de todo el comercio digital. El 76% de los españoles prefiere tocar los tomates o mirar los ojos del pescado antes de echarlos a la cesta de la compra.
¿Se hacen los súper la competencia a sí mismos? “Más bien tratan de posicionarse ante lo que llegará en el futuro. En este momento, sólo quienes pueden ofrecer otros productos complementarios a los frescos pueden rentabilizar la inversión”, explica Franc Carreras.
En realidad, las pérdidas de hoy pueden convertirse en las ganancias del futuro. Un informe de Oliver Wyman asegura que el e-commerce de alimentación subirá del 2% actual a entre un 4% y un 6% en el 2020. Deutsche Bank estima que los comestibles de venta online superarán el 12% en el 2025.
La revolución llegará, como en otros ámbitos del comercio electrónico, de la mano de las nuevas generaciones. A media que los millennials se independicen, su tendencia a comprar por internet también llegará a los productos frescos. Las plataformas digitales ayudan mucho a conocer y relacionarse con los clientes, y a gestionar el big data de sus comportamientos.
Además, unir internet y productos frescos ahonda en otra de las tendencias más en auge entre los consumidores actuales, como es el creciente interés por el consumo de productos saludables, el respeto por el medio ambiente, la demanda de información sobre su origen, etcétera.
En la actualidad, el principal motor de la compra de productos frescos online ya no es el ahorro de tiempo sino la confianza en el proveedor. “Fidelizar a los clientes ahora es clave para ganar en el futuro. El no nativo digital que tenga controlada una plataforma será muy difícil que cambie”, asegura a La Vanguardia Florencio García, de Kantar.
12-06-2019 / GS1 Perú